Qué le falta a tu vida para un buen estado de salud (o qué le sobra)

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¿Qué es la salud?

Desde hace ya un tiempo el cuidado de la salud ha dejado de ser un asunto relegado exclusivamente a profesionales sanitarios para pasar a ser un tema relevante en la vida de millones de personas que a diario quieren vivir mejor y abrazar una longevidad saludable.

Y es que, tal como la define la OMS (Organización Mundial de la Salud), la salud no se limita a la ausencia de afecciones o enfermedades, sino que es un estado de completo bienestar físico, mental y social

Una buena alimentación: somos lo que comemos

¿Por qué nos alimentamos? Nos alimentamos para adquirir los nutrientes necesarios para que nuestro cuerpo los transforme en energía y pueda funcionar; para que a diario podamos llevar a cabo todas las tareas que realizamos de manera casi automática. Pero la alimentación va más allá de una mera necesidad; es una acción que nos proporciona placer y que además está profundamente ligada a nuestras emociones, culturas y hábitos sociales. Y no solo eso; existen estudios que demuestran que nuestros hábitos en torno a la alimentación están íntimamente ligados con enfermedades crónicas como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares o la hipertensión arterial. 

Por todo ello, es necesario elegir alimentos que no solo satisfagan el gusto, sino que también nutran adecuadamente nuestro cuerpo. Ingerir raciones y alimentos variados, ricos en antioxidantes y adaptados a las actividades que realizamos, evitar alimentos ricos en grasas saturadas, sal y azúcares añadidos, realizar un reparto adecuado de las raciones para evitar largos periodos de ayuno o comidas muy abundantes, y elegir siempre el agua frente a otras bebidas, son algunas de las recomendaciones del Ministerio de Sanidad que nos ayudarán a prevenir enfermedades y disfrutar de una salud más plena

La fórmula para una vida activa: 10 x 3 x 5  

La actividad física es otro de los hábitos que favorece el buen estado de nuestra salud. Y aunque lo sabemos, muchas veces cuesta dedicarle tiempo. El acelerado desarrollo de la tecnología ha modificado nuestro estilo de vida y hábitos de ocio y consumo, contribuyendo a que pasemos cada vez más horas sentados frente a las pantallas y a la adopción de una vida cada vez más sedentaria.

Sin embargo, existen pequeños cambios que podemos incorporar en nuestra rutina diaria para llevar una vida más activa y contrarrestar los efectos del sedentarismo (concretamente, con 10 minutos, 3 veces al día durante al menos 5 días según el Ministerio de Sanidad). Actividades como optar por las escaleras en lugar del ascensor, caminar o ir en bicicleta al trabajo, realizar pausas activas durante la jornada laboral, o incluso dedicar unos minutos al día a estiramientos y ejercicios ligeros en casa, pueden marcar una diferencia significativa en nuestra salud. 

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La importancia de la calidad del aire en la salud

Además de los hábitos de vida saludables mencionados anteriormente, sumados a la importancia de evitar el consumo de tabaco y alcohol, el aire que respiramos es otro de los factores que influyen en nuestra salud.

Factores externos como la contaminación ambiental, el humo o los rayos UV contribuyen a un peligroso desequilibrio en la producción de los radicales libres, moléculas inestables que dañan nuestras células y alteran su funcionamiento. Este daño celular acumulado está asociado al envejecimiento prematuro y al desarrollo de diversas enfermedades, como el cáncer, enfermedades cardiovasculares y trastornos neurodegenerativos. Por lo tanto, vivir en un entorno saludable y minimizar nuestra exposición a estos factores perjudiciales es fundamental para proteger nuestra salud a largo plazo y mejorar nuestra calidad de vida.

Nuestras células también se estresan

El estrés es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones desafiantes o amenazantes, pero sabemos que cuando se vuelve crónico, puede tener efectos devastadores en nuestra salud.

Lo mismo ocurre a nivel celular con el estrés oxidativo. Esta afección ocurre cuando hay demasiados radicales libres en el cuerpo y no hay suficientes antioxidantes para eliminarlas, pudiendo ocasionar daños en las células y los tejidos. Hay varios factores que pueden causar el estrés oxidativo, como la mala alimentación, el tabaco, el consumo de alcohol, el uso de ciertos medicamentos y la exposición a factores ambientales como la radiación, las toxinas, la contaminación del aire, los plaguicidas y la luz solar. 

Déjate cuidar por Biow 

Aunque es esencial mantener buenos hábitos de alimentación, ejercicio, descanso y procurar un entorno saludable, hay factores que no siempre podemos controlar. Por eso los dispositivos Biow están diseñados para ayudarte a optimizar tu bienestar, promoviendo un recambio celular más eficiente mientras duermes. Esto se traduce en una mayor producción de energía celular, un descanso más profundo y reparador, un sistema inmunitario fortalecido, y una significativa reducción del estrés oxidativo, ralentizando el proceso de envejecimiento y ayudando a preservar nuestra salud a largo plazo.

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